Empezose a caer sus pétalos. Ligeros, suaves, violáceos...
Lentamente fueron dejándola desnuda frente a la intemperie; sola frente al mundo; sin vida, triste, melancólica...
Horas después cogiéronla y enterrada fue en el jardín.
Dejando un hueco libre, que no tardose en llenar de nuevo por una flor igual o parecida.
Morada, larga, de pétalos tersos, lisos, agradables... Extravagante en su hermosura, firme y verde en tallo es.
La misma no sería, pero su alma si poseía...
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