Los va volviendo felices, sonrientes, y les da ganas de pasear... pasear... ¡Pasear! y de triunfar... triunfar... ¡Triunfar!. Dejando atrás malos tiempos y horribles recuerdos.
Las hormonas van despertando tras un largo invierno, y como un dicho, muy bien dicho dice: 'La primavera, la sangre altera'.
Ilusos poetas e ilusas poetisas dedican versos ha este hecho tan banal.
El amor se puede notar mediante versos, pero la mejor opción es demostrarlo mediante hechos.
A mi este magnifico fenómeno no me afecta en absoluto, por suerte o por desgracia, igual es incluso una virtud, pero para mí la primavera intenta tener trescientos sesenta y cinco días, trescientos sesenta y seis, cuando es bisiesto.
Pero claro, esto es solo la opinión de alguien...
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