febrero 20, 2011

Agua de lluvia

Llueve.
Gotas frías resbalan por mi cara.
Camino por una calle solitaria.
Árboles de hoja caduca son mi única compañía, en esta larga caminata a través de la vida.
Me detengo, y se van formando charcos a mi alrededor.
Cada vez más embarrados y profundos...
Me dio la curiosidad y me asomé a uno. Miré en su interior, y vi aparecer un rostro, pero el mío no era.
Me resultaba harto conocido.
Me decía cosas, más bien me las susurraba, recreando el canto de una sirena. Extendió su mano. Pretendía que se la cogiera. Me incitaba a hacerlo.
Acerqué la mano, ella la suya. La sentí muy cercana, muy cercana.
Pretendí cogerla, estrecharla, pero en su lugar, lo único que sentí fue la humedad y la frescura del agua de lluvia.
Resignada me levanté. Resignada me puse en pie.
Y al girarme ahí te encontré. Y al acercarme te besé.
La calle solitaria se desvaneció, y tú junto a mí aparecimos en mi habitación.

1 comentario:

  1. ..Buen retorno.
    Vigila las tildes. Te arruinan el texto.
    Me gusta.
    :) ^^

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